miércoles, 7 de mayo de 2008

El último Orejón del tarro

¿Saben porqué nunca me siento el último orejón del tarro?
Porque simplemente no creo que entre ningún orejón en ningún tarro.
Ni aunque fuese un maestro del contorsionismo.
Llegado el caso, situemosnos en el común de la gente que cree que puede existir un ultimo orejón del recipiente.
Partiendo de los resultados, que mi propio equipo de investigaciones ha probado temerariamente, sobre recipientes cuidadosamente seleccionados.
Estámos en el derecho de reclamar razones y aceptaciones, sobre lo que con bases bien fundadas deducimos.
Por lo siguiente:
1) Si el recipiente es demasiado grande, tanto sea así, como una casa; el orejón (en este caso "orejón de la casa"), entraría en el recipiente cómodamente. Podría entonces sí hablarse del último orejón de la casa. Pero penosamente, no llegamos a la definición "del tarro". Pues si bien, la casa tiene tapa (techo), este no tiene rosca, ni es removible manualmente.
2) Conforme el tamaño del recipiente decrece, crece exponencialmente la incomodidad y la no disponibilidad de espacios libres. Luego de perder a dos integrantes de nuestro equipo de investigaciones, hemos logrado comprobar que lo que se llama tarro...TARRO (para enfatizar más) debe cumplimentar la normativa de parecer una botella obesa, sobre todo cogotuda. Aprovechamos este medio para solicitar las disculpas del caso a los familiares de Roberto, quién dio sus últimos suspiros en este mundo desde el interior de una cajita de fósforos "los dos patitos" de 20 unidades.
3) Como triste consecuencia de las dos supra verdades, estamos en la posición de poder aseverar que cuando logramos que un orejón entre en algún sitio, este no entró en los estándares básicos de la familia de los tarros; mas aún cuando logramos insertar a un compañero en lo que si cumplimentaba la norma sobre tarros, este nunca pudo ser ingresado en su totalidad, obteniendo como máximo resultado positivo la colocación de medio pie dentro del tarro.
4) Tenemos la noción de último, como algo que se hace simple luego de convivir en grupo con similes del mismo género. En los casos en que logramos al menos insinuar personas en tarros, nunca pudimos subir el número a más de una persona en el mismo tarro.

Por lo tanto, se resoluciona, con aire de propuesta:
Déjese de alusir "el último orejón del tarro" puesto esto carece de probatoria, o tenga a bien alusir de la siguiente manera: "el único medio pie del orejón del tarro"

Dicho ésto, sea proyecto de ley.

1 comentario:

Chap! dijo...

Cuando me corto el pelo me siento así. Orejón.